20/01/2022
Si una empresa conoce la emisión de GEI que realiza directa o indirectamente, podrá poner en marcha políticas medioambientales para reducirlas o neutralizarlas. Es por esto, por lo que medir la huella de carbono de tu empresa puede ayudarte a cumplir sus objetivos.
Las fuerzas que motivan a una empresa a adoptar políticas de lucha contra el cambio climático pueden ser tanto de carácter voluntario como obligatorio, garantizando de esta manera que se sigan acuerdos internacionales y legislaciones nacionales o simplemente permitiendo abaratar los costes de las compañías al adaptar políticas más sostenibles.
El Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GHGP), proporciona a las organizaciones los estándares de contabilidad, herramientas de cálculo y presentación de informes.
También establece un marco global y estandarizado el cual permite medir a las empresas las emisiones de gases de efecto invernadero de las operaciones, la cadena de valor y los productos de estas.
Gracias a este protocolo, las emisiones se clasifican en tres ámbitos:
Para empezar hay que hacer un análisis sobre los niveles de actividad de los gases generados por el tipo de combustible que utilice la empresa. Dependiendo del resultado lo siguiente sería multiplicar los datos de actividad de consumo por el resultado obtenido del análisis.
El Gobierno Español tiene herramientas para analizar las huellas de carbono emitidas por las empresas. Para hacer el uso correcto de estas, se debe escoger el año que se quiere analizar y así mismo identificar los factores asociados a las operaciones generados por cada departamento y también tener presente los datos de consumo.
Las herramientas presentadas son:
Esta herramienta nos permite tener un puntaje estimado de las emisiones de los gases de efecto invernadero, asociados a las actividades de las empresas. Teniendo presentes las emisiones generadas directamente por edificios, fugas de gas en equipos (climatización, refrigeración, etc), el consumo de combustible presentes en todos los medios de transporte utilizados por las empresas o las emisiones indirectas (consumo de electricidad).
Con esta herramienta cuantificamos la reducción de gases para así generar un plan de mejora o comparar los resultados de emisiones en diferentes años.
Esta herramienta, al igual que las anteriores permite estimar las emisiones de GEI, lo que la diferencia es que ésta específicamente permite estimar las emisiones indirectas por medio de los viajes de trabajo, en estos entran los transportes externos, servicios subcontratados como lo son la gestión de residuos, limpieza o seguridad. Así como la compra de productos.
Calcular la huella de carbono es un ejercicio vital que no solo deberían realizar empresas, sino también particulares para así cambiar hábitos de consumo y conseguir metas sostenibles realistas.
Fuentes: Climate Selectra, BBVA, Climate Trade